jueves, 14 de julio de 2011

Marlowe, by Chandler

Un día me levanté con un súbito deseo de realizar una inmersión en el mundo de la novela negra. Hasta ahora, los géneros que me habían ido atrapando en el tiempo habían sido los clásicos primero (El conde de Montecristo es mi libro de cabecera), luego la novela histórica, y cuando los templarios se convirtieron en monotema me di a la narrativa. El caso es que los caminos del Señor son inescrutables, y mis saltos en el entusiasmo literario también. Pedí ayuda, y me dieron algunos nombres, pero entonces alguien citó "El sueño eterno" y a mi cabeza vino Bogart, impertérrito, con el cigarro ladeado en la boca, y decidí que Chandler iba a ser mi cicerone.



Entré en varias librerías, y no hubo modo ni manera de encontrar la dichosa novelita. Entonces dejé de buscar, pensando en pedirla por internet, y la todopoderosa serendipia se me apareció: junto a un libro de Gerónimo Stilton que quería comprar vi un ejemplar solo, abandonado entre novelas de menos de 100 páginas: "Todo Marlowe", editado por RBA, una edición de tapa dura, un señor tocho de 1392 págs. de puro disfrute con una evocadora sobrecubierta. Hasta ahora he leído dos de los nueve títulos que se incluyen: "El sueño eterno" y "Adiós muñeca". El personaje principal es Philip Marlowe, un antiguo agente de policia a las órdenes del fiscal del distrito que ahora se gana la vida como detective privado de moral intachable (según su propia moral, claro). Cínico, solitario, agudo... uno de esos inolvidables tipos duros con clase (si Bogart hubiese sido un pelín más alto, sería exactamente él).

Cada página que leo hace que crea que merece más la pena cada centavo pagado por él. Chandler es un maestro, increíble y fluído. A veces casi puedo oler y sentir los entornos que rodean la acción. Además, la trama se enreda cada vez más y sabes que Marlowe se encamina hacia el desenlace, pero tú (o al menos yo) no eres capaz de llegar al mismo lugar que él, bueno, desde luego no con su convicción y rapidez. No importa lo que le encarguen investigar, el sabe lo que debe hacer y eso no siempre implica seguir las órdenes del patrón.

En fin, que me estoy alargando cuando lo único que quería decir en esta entrada es que, aunque esto no es un blog literario, si no uno serendipítico en el que de vez encuando se colarán reseñas de aquello que leo y disfruto u aborrezco (libros mediocres no entrarán en mi humilde balcón), creo que publicaré lo que cada una de las novelas de Chandler me ha parecido, y así me quedaré a gusto rindiendo homenaje a tan grande autor.

Sinictra dixit.

1 comentario:

Marta Marne (Leer sin prisa) dijo...

Tengo este libro en el Kindle esperándome desde hace un par de meses que me di el gusto un viernes por la noche de ver a nuestro querido Bogart en versión original.
A ver si me animo a leerlo.