sábado, 27 de diciembre de 2008

Cartas de amor de un sexagenario voluptuoso.


Cartas de amor de un sexagenario voluptuoso. Esta novela de Miguel Delibes cayó en mis manos por casualidad, o, hablemos propiamente, por serendipia. Limpiando/reordenando una libreria en casa de mi abuela vi esta edicion, algo ajada ya y con los cantos amarillentos, desprendiendo ese olor a papel viejo que tanto me agrada. No me miréis así. Hay personas que disfrutan con el picor del humo en su garganta o el regusto amargo de un buen vino en el paladar. Pues bien, a mi me encanta el olor ligeramente acre, a madera, capaz de hacer esornudar a narices más delicadas que la mia.



Sinopsis subjetiva...



En esta novela epistolar, Miguel Delibes utiliza ese estilo que le es propio consiguiendo que cosas de lo más triviales sean algo que disfrutes leyendo. El libro recoge las cartas que Eugenio Sanz, un periodista recién jubilado, escribe a Rocio, una viuda de 56 años. El protagonista, es un escéptico romántico que se topa con un anuncio en "La correspondencia sentimental" sintiéndose inmediatamente atraído por esas escuetas líneas. Comienza así una relación de carta, sello y buzón (siguen existiendo a pesar de los e-mails) en la que, el tono formal y comedido da paso a ardientes palabras de amor de un pecho inflamado. Su adorada Rocio, la frçia sevillana, no es tan vehemente como él. Esto sólo lo podemos intuir, ya que sólo se reproducen las cartas de Eugenio, pero poco a poco el hilo nos atrapa. Enamorado, romántico... sí, pero un solterón escéptico como trasfondo. No le oculta sus achaques, sus fobias, sus secretos... la ternura reside en cómo cada hecho cotidiano, cada cosa que describe, tiene a Rocio presente.

Al final (no lo voy a destripar) tenemos una historia, no sólo de amor, si no una pequeña historia de vida. Es un libro que, si no lo habéis adivinado ya, me encanta. Un gran libro.

martes, 23 de diciembre de 2008

¡AH, LA DULCE NAVIDAD…!

Hmmmm, llega la Navidad, los adornos, el árbol, los regalos… te has preparado mentalmente, ha nevado, estás feliz. Te has bajado un cd de canciones rockerillas de Navidad, todo es perfecto, entonces…

…la operación salida, los parientes, las compras, los aglomeramientos, la cena de la empresa…



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Primero, la cena de la empresa. Insultos al jefe de la manera más cariñosa y navideña claro, en voz baja, susurrados al compañero de al lado, el que poco después comentará en toda la oficina lo que hiciste a partir de la cuarta copa. Si “amar en tiempos revueltos” es complicado… sobrevivir a la cena de empresa en tiempos de crisis lo es aún más. Sonríes rezando que a tu empresa no le de por implantar un ERE…

Rezas por eso y mientras mira el fondo de tu copa de cava barato sueñas con que el 22 te toque el Gordo. La lotería más rácana del año y en la que te has prometido no gastar ni un euro… tarde, ya has invertido (pues es así como te gusta llamarlo) unos 100 euros… Ahora ya no está la música del anuncio de la lotería, no hay calvo que reparta suerte y un año más te sorbes los mocos frente a la tele, viendo a los desgraciados agraciados celebrando frente a la administración de turno.

Harto de la lotería y de los niños repolludos que la cantan sales a la calle, una vez más será tu extra la que se vaya en regalos para los sobrinos, familiares y amigos. Entonces alzas la mirada y le ves, y otra vez, y una más… el gordo de rojo está por todas partes. Tú no olvidas que quienes siempre han estado ahí con la bici roja que querías o el árbol de las Polly Pocket que te convertiría en la reina del patio del colegio eran los Reyes. Tres tíos que se lo curraban de verdad, con sus camellos, partiéndose la espalda por traerte tus regalos (fuentes cercanas y fidedignas afirman que montar en camello es deporte de alto riesgo) y no un comodón abuelo (que además, vive en el Polo norte, con lo que le quedan dos teleberris con esto del cambio climático) con un trineo tirado por Rodolfo el reno de la roja nariz… ¡vamos! ¿es que nadie se pregunta cómo un reno tan pequeño puede tener esa nariz? ¿No son los San Bernardos los que llevan el barrilete?

Cargadito de lo que los anteriores mencionados han “dejado” en tu casa, llegas al hogar… ¡hogar, dulce hogar! Yo me considero una persona con espíritu navideño muy desarrollado pero aún así… Las comidas familiares, todos apelotonados en una cocina demasiado pequeña, con tus hermanos metiéndose contigo un año más. Vuelves al puesto que ocupabas cuando tenías cinco años. No importa si ahora tienes cuarenta y seas alguien totalmente independiente. Vuelven los motes, las bromas… y cómo no, si llevas a alguien a presentar a casa es un momento crucial: puede salir por piernas o superar el trance, en cuyo caso te darás cuenta de que lo que siente es amor de verdad. Todo aderezado con sus langostinos con mayonesa, la sopa de marisco, las uvas en nochevieja, el tapón del champán que abre una ceja, tus adorables sobrinitos cantando villancicos con sus panderetas de plástico con motivos nevados… y te vas a la cama, te pones los cascos en las orejas, te acurrucas entre tus sábanas de franela con ese pijama peludo con calcetines a juego (no olvidemos que todo esto sucede en la casa del abuelo/a en el pueblo más recóndito y frío) y lleno de espíritu navideño pones “The best of rock Christmas” y (sin saber por qué lo llaman rock) suena “Have yourself a merry little Christmas” y dejas que Ella te cante, y sonríes, y escuchando a Ella Fitzgerald suspiras ¡Ah, la Navidad!


lunes, 15 de diciembre de 2008

Me encanta el jazz cuando nieva

Es domingo, bueno, en realidad ya es lunes, y la nieve cae sin cesar. Ha estado nevando casi toda la tarde y no hay cosa que más me guste que escuchar jazz en esos momentos. Es como si ese ritmo estuviese hecho para el caer de la nieve, para el silencioso cobertor que se posa sobre los coches, o se adhiere a tu abrigo cuando caminas a mi lado.

Y pienso en tí, en cómo la nieve destaca sobre el sorprendente negro de tu pelo, y casi siento el tacto frio de tu cara cuando observo las arrugas que se forman en tus ojos al sonreir. Y te miro, y sonrío, y oigo la trompeta de Glenn Miller y la voz de Sinatra entonando "The nearness of you", las dos versiones mezcladas en mi mente... me deleito con el rubor que el frio ha colocado en tus mejillas, y la luz que emiten tus ojos, como los de un niño, cuando me miras entre las estrellas de nieve.


Y por un momento,
un ínfimo instante, eres real,
y caminas a mi lado...

lunes, 8 de diciembre de 2008

Vídeo de la... ¿semana?

¿Sabéis eso de que cuando estás triste, todas las canciones parecen hablar de tí? Pues bien, nada más cierto. Es cómo cuando te compras un coche y comienzas a verlo en todas partes, o cuando de repente esa canción que acabas de descubrir sale en todos los anuncios y la ponen cada día en la radio... así me ha ocurrido a mí. No estoy en mi mejor momento, y a pesar de haberme jurado a mí misma que no iba a utilizar este blog para aventar mi diario, no he podido menos que colgar esta canción... al fin y al cabo augura un final feliz, y como reza un grafitti cerca de la universidad "AÚN CREO EN LOS FINALES FELICES". (Claro, que simplemente por si acaso no es así, un filósofo me dijo que no existen los finales felices, sólo los momentos felices... veremos a que axioma he de asirme esta vez).




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SOMEONE FOR EVERYONE by J Minus

She dressed in black
the color she preferred
it represented darkness
misrepresenting her
but that was the girl she wanted you to see
the truth is always deeper than the surface scenery
underneath was a girl I'd been waiting to meet
intriguing by being herself and no one else
sweet like kandie I dare not taste
too afraid she would lay me to waste

She would always say
love is just a game
and I won't be there for you
runaway
you don't want to stay
love is such a waste
I don't want to face the pain that it creates
no we could never mean anything to me
we could never mean anything to me

I would rather be alone she said
with a grin full of lies and confidence
our conversations were a one way street
but I listened
never missing a word
with hopes I could help her
there's a someone for everyone on this earth
a girl for every boy and a boy for every girl
you will know it the moment you look in his eyes
emotions running wild
she laughed at me in disbelief
said that I was living in a fairy tale dream
she was just too young to understand
and her bitter ways were here to stay
but I loved her anyway

So many times
they crossed her lines
and she lost faith in most of mankind
maybe it's me
and I'll never understand
but if you don't have hope
then what do you have?

Last time I saw her
she was in love
with a boy from Ohio
out of denial
she climbed down from cloud number nine
to whisper three words:
"you were right"
she had found someone who never let her down
disposed of all her doubt and understands what she's about
as I felt the tears collect in my eyes
if she found hers
maybe I'll find mine

jueves, 4 de diciembre de 2008

Transporte público - Historias de autobus

Esta semana no he tenido coche, está en el taller, y eso me ha convertido en usuaria del transporte público. Pero meterme a mi en un autobús lleno de gente (tan vulnerable a las ocho menos cuarto de la mañana), es como soltar una bolsa de caramelos a la puerta de un colegio. NO he podido evitarlo, de pie, junto a la ventanilla he ido observando a los viajeros. He imaginado sus vidas. He escuchado (desde un punto de vista púramente científico, por supuesto) sus conversaciones, y he llegado a casa para escribir esto.

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La anciana: una señora que se confundió de autobús, aferrada a la barra con dedos doblados por la artrosis, y temerosa de preguntar. Se baja lejos de donde realmente quería ir, y se aleja renqueando por la calle, con el viento de cara, subiendo su bufanda hasta cubrir la nariz. El conductor, impasible, arranca y sólo veo su figura encorvada mirando a ambos lados para orientarse...

Los ¿niños?. Aunque supongo que se ofenderían si me oyesen llamarlos así. Un chico y una chica, de unos trece (a lo sumo catorce)años enfundados él en una cazadora demasiado grande y ella en una demasiado pequeña. Comparten asiento, en silencio y los observo, y aquí es cuando demuestro lo carca que soy. El, con el pelo parcialmente teñido de rojo, ella unas botas hasta la rodilla, ambos hablando de si pedir a una hermana de él que pegue a una "amiga" común que ya no fuma el cigarrillo con ellos a la salida del cole. ¡Del cole! Piercing, maquillaje... y entra una chica de unos dieciséis, y veo cómo la niña-demasiado-adulta la mira de arriba abajo. Observa su calzado (zapatillas), su bolso (una sencilla bandolera), el fardo de libros y apuntes y por fin su cara (con un peinado fucional y totalmente libre de maquillaje)... y detecto un deje de envidia, una mirada de añoranza, y entonces sube una niña de su clase, con una mochila de colores, gafas y vaqueros. Hace una mueca y vuelve a ser demasiado dura como para ser así. ¿Sabéis? me la imagino jugando en su habitación, acariciando un peluche... y escondiendo todo esto cuando entre su madre.

Más gente iba en el autobús, más historias. Quizá las cuente un día, quizá siga usando ese bus cuando vuelva a tener mi coche (soy ecologista al fin y al cabo y mezclarse con la plebe de vez en cuando no está mal). Entonces os contaré lo que vea, a quién vea, y lo que quiera ver en cada uno.




lunes, 1 de diciembre de 2008

Sic vos non vobis

"Así vosotros, no para vosotros" es el título de la exposición que alberga la Biblioteca Nacional Española como conmemoración de los 150 años del Cuerpo Facultativo de Archiveros, Bibliotecarios y Arqueólogos. Y así es el trabajo de este cuerpo, un trabajo gris y tedioso, el "trabajo sucio" de los investigadores en sus proyectos... o al menos eso es lo que muchos parecen creer (disgresión en el interior).


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Yo soy archivera, no ejerzo puramente como tal, pero sí que siento un corporativismo que no me canso de reivindicar para nuestra profesión. ¿Quién recoge los datos, los indiza y los hace accesibles? ¿Quién elabora resúmenes y tesauros? puede que sea trabajo sucio pero no creo que sea sólo eso. Es la otra cara del trabajo, la bibliografía, y cómo se accede a ella. No podemos anclarnos en un modelo de biblioteca o archivo en el que seamos sólo eso, máquinas de catalogar... las bibliotecas están vivas, y poco a poco se adaptan cada vez más, con sitios web 2.0 más accesibles, nuevos servicios, animación a la lectura... pero, ¿qué hay de los archivos? Pues también: digitalizaciones, desglose de fondos on-line, exposiciones... el archivo también sale al encuentro de sus usuario.

Todo este barruntamiento tan traído por los pelos viene a una exposición, que creo que será muy interesante, y que iré a ver en cuanto pueda. Mientras tanto, se agradecen comentarios sobre la misma o sobre la disgresión anterior... también os dejo un par de enlaces de los de "Saber más..."

Artículo en Público

Enlace Ministerio de Cultura

Sic vos, non vobis Como siempre, el significado, para los que como yo, lleguen a alumbrar estas expresiones tan oscuras gracias a la serendipia...


Cafe con leche, acto I

Es algo tarde, y mañana madrugo, de modo que voy a postear un pequeño ¿relato?... ni tan siquiera llega a eso. Es algo que he escrito mientras tomaba café el otro día. Cuando volvía a la oficina pensé que podría colgarlo aquí y ver que ocurría. Es un pequeño ejercicio, muchas veces me siento y escribo lo que voy imaginando... esto es lo que pasaba por mi cabeza la otra mañana.

Se agradecen los comentarios y las sugerencias.

Café con leche

domingo, 30 de noviembre de 2008

Todo es serendipia, sí... ¿pero qué c*** es serendipia?

La serendipia (¡qué término!) es una filosofía de vida. Pero a mi siempre me ha ido el método más académico, presentando el estado de la cuestión y esas cosas. Así que primero os dejo su etimología, y cómo llegué a esta conclusión, cómo creí que decir que TODO ES SERENDIPIA era el mejor título para un blog en el que voy a ir desgranando cada casualidad hallada en el camino. La existencia se compone de hechos entrelazados, y el hilo que los trenza es la serendipia...


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Lo primero, la entrada de nuestra querida Real Academia…oh!! no contiene la palabra. No juzguéis tan pronto, si bien admite anglicismos como fútbol o básquet, en la serendipia no hay pelotas. EL término viene del inglés como habréis podido deducir, de modo que nos vamos a la Enciclopedia Británica y alli encontramos esto:

Main Entry: ser·en·dip·i·ty
Pronunciation: -’di-p&-tE
Function: noun
Etymology: from its possession by the heroes of the Persian fairy tale The Three Princes of Serendip
: the faculty or phenomenon of finding valuable or agreeable things not sought for

Que en castellano viene a significar :

acción y efecto de descubrir cosas valiosas sin estar buscándolas.

Lo que a todos nos ha ocurrido miles de veces, estar investigando para un trabajo, o simplemente haciendo la compra y encontrar algo que necesitábamos y no estábamos buscando. Siempre que pierdes algo y comienzas a buscarlo, acabas encontrando otro objeto que no esperabas pero que te viene de perlas. Mejor que yo lo expresa la Wikipeadia:

El término serendipia deriva del anglosajón serendipity, neologismo acuñado por Horace Walpole en 1754 a partir de un cuento persa del siglo XVIII llamado «Los Tres Príncipes de Serendip», en el que los protagonistas, unos príncipes de la isla Serendip (que era el nombre árabe de la isla de Ceilán, la actual Sri Lanka), solucionaban sus problemas a través de increíbles casualidades.

La palabra serendipia se usó mucho en sus orígenes, pero fue cayendo en desuso. Ha sido rescatada recientemente gracias al renovado interés en este tipo de asuntos y a otros motivos culturales (hay una película reciente con este nombre). El término chiripa, mucho más utilizado en lenguaje coloquial, podría considerarse también como un sinónimo de serendipia.

También se habla a veces de las seudoserendipias, en las cuales el investigador, tras haber investigado mucho sobre algo sin obtener resultados, consigue finalmente su objetivo, pero a causa de un accidente fortuito o una revelación.

Ya veis, mucho más claro.

Yo descubrí el término en segundo de carrera, cuando el profesor lo citó en Bibliotecnia: vas a la biblioteca, buscas un libro y los que están al lado te encantan, una serendipia a la que estoy abonada. El caso es que desde que descubrí el término me encantó. Explica miles de descubrimientos, las casualidades… he cambiado el azar por la serendipia, y me gusta más. En la serendipia tu tienes parte activa, tu desencadenas las casualidades con tus busquedas. Por eso adoro la serendipia.

Para terminar, un amigo me enseñó estas líneas que Julio Cortázar pone en boca de La Maga en su novela “Rayuela”, creo que son la mejor definición de serendipia:

” Andábamos sin buscarnos pero sabiendo que andábamos para encontrarnos.”

Todo es búsqueda en la vida. Todo es serendipia.