miércoles, 15 de julio de 2009

De los hados y el destino...

Esta mañana abría una galleta de la fortuna que me vaticinaba una buena noticia y otra mala, no soy supersticiosa, y sin embargo, he esperado todo el día ambas caras de la moneda. He sonreído cuando algo bueno ha dado vida a una parte de la profecía. A las 21 horas aún no había encontrado algo significativamente malo (salvo una multa de la O.R.A. que por habitual, ya no tiene significado...) que encajase en esa segunda parte. Entonces ha ocurrido, estaba charlando con un amigo y al despedirnos he sentido un doble sentido punzante que encajaba a la perfección como sombra en un día por lo demás muy bueno.




Dándole vueltas frente a la terraza me ha dado por divagar. ¿Me ha condicionado la galleta? ¿Lo hubiese interpretado del mismo modo si en mi fuero interno no hubiese estado buscando esa segunda parte negativa? No creo en el esoterismo, escéptica ante el concepto de destino y crítica en cuanto a la intervención de la Providencia en busca del equilibrio cósmico, y aún así... aquí estoy condicionada por una estúpida galleta virtual. Cuando queremos ver algo, lo acabaremos encontrando, y a pesar de que en esta pequeña "meditación" me resulta una idea frustrante e irritante, no deja de tener una cara B. Si podemos sugestionarnos lo suficiente, ya tenemos la mitad del camino recorrido, es simple y llanamente el poder de la mente humana. Como leí tiempo atrás en el Facebook,

"CUANDO DESEAS ALGO CON FUERZA, YA ESTÁS PONIÉNDOTE EN CAMINO"



4 comentarios:

jonás dijo...

Lo curioso es que ni siquiera son un invento originario de china. Es increíble nuestra capacidad para sugestionarnos. Por eso más vale ser optimista, por muy mal que te vaya. Yo siempre he pensado que esa capacidad de la mente humana era como un piloto automático; le dices lo que deseas, y del resto se ocupa ella.
Saludos.

Sinictra dijo...

Es cierto, cuando consigues desear algo con la suficiente fuerza parece que los medios se te van apareciendo. Las ideas se forjan con menos esfuerzo y el camino se allana, me gusta tu imagen de la mente dirigiendo la nave...

jonás dijo...

Nuestro cuerpo no deja de ser un medio, una herramienta para conseguir nuestros propósitos.

Maryna Encuadernaciones dijo...

HOla he descubierto tu blog..solo con el nombre ya me ha enganchado.
Dicen que cuando deseas algo con fuerza el mundo conspira para que se cumpla...
Bsos